Mujeres por la
Anarquía
1) No estás sola, lo que te pasa a ti ya le ha pasado a
otras y sabemos cómo te sientes.
2) Si duda sobre si eres maltratada lo más probable es que
lo seas.
3) Esta situación no es culpa tuya.
4) Él no va a cambiar por muy fuerte que sea tu amor y por muchas
promesas que te haga.
5) Cerrar los ojos no hará que el problema desaparezca.
6) No debes aguantar una situación de violencia por la
opinión de tu familia, el ”qué dirán”, o por el futuro de tus hij@s., que
también sufren con la situación.
7) Si hay formas de dejarlo, aunque por el momento no veas
la salida.
8) Eres más fuerte y más válida de lo que crees.
9) Si te quieres a ti
misma , es más válida de lo que crees.
10) Si te quieres a ti misma, es más probable que los demás
te quieran y te respeten.
Cuando se deja de ser víctima de la violencia, se logra:
- Dejar atrás el miedo y el peligro.
- Valorarse a sí misma.
- Recuperar la salud
y el equilibrio.
- Ser independiente.
- Terminar con los abusos y las humillaciones.
- Disponer de tiempo, dinero, deseos, aspiraciones, del
propio cuerpo y del hogar.
- Recobrar la confianza en una misma.
- Volver a tener familia, amig@s, vecin@s.
- Sentirse persona
- Prescindir del “qué dirán”.
Algunas pistas para ver más claro el posible comportamiento
abusivo y no respetuoso de tu pareja, son:
1.- Intenta controlar lo que haces o con quien vas.
2.- Critica tu forma de ir vestida.
3.- Es muy celoso
4.- Te compara con las demás
5.- No respeta tu opinión intentando imponer la suya.
6.- Te pone a prueba constantemente.
7.- Busca artimañas para convencerte de que tengas
relaciones sexuales cuando tú no quieres.
8.- Promete cambios que nunca cumple.
El hombre agresor
Los hombres agresores no tienen un rasgo físico, o un
comportamiento especial que les identifique; tampoco son enfermos mentales.
Suelen ser personas de valores tradicionales para los que todo lo masculino
(fuerza, poder, éxito, competitividad, etc.) está por encima de lo femenino
(ser sensible, cariñosa, dócil, entregada..)
A los hombres se les transmite la idea de que ser varón es ser importante y una forma de
demostrarlo es ejerciendo su poder, sobre su familia o pareja. Este tipo de
educación hace que tiendan a considerar a las mujeres como inferiores.
Al preguntarnos por qué los hombres son violentos nos damos
cuenta de la importancia de la educación. La violencia se aprende, sobre todo,
observando modelos significativos, es decir a padres, hermanos, personas
cercanas, etc. El niño aprende a agredir y lo ve como una forma de defender sus
derechos o de solucionar conflictos. Muchas veces, la familia se convierte en
el lugar de descarga de la tensión y frustraciones que se acumulan en otros
ámbitos como el laboral.
El afán de poder y de dominar son algunos de los motivos
principales de los violadores para agredir a las mujeres, y no, al contrario de
lo que se piensa, como descarga de su instinto sexual.
[Tomado de
http://www.paideiaescuelalibre.org/Mujeres%20por%20la%20anarquia.htm.]